Microsoft y su 50 aniversario: ¿y si nos sorprendieran con un nuevo Windows Phone?
Este año, Microsoft ha llegado a una cifra redonda: ¡50 años! Y, aunque no todo lo que han hecho ha sido perfecto, hay que reconocer que mantenerse en pie en un mundo tan cambiante es todo un logro. Pero hoy no vengo a hablar de sus éxitos con Windows o Office, sino de una historia que merece ser contada: la de los smartphones y el Windows Phone.
Un amor que perdura
A pesar de los tropiezos y las heridas autoinfligidas, el Windows Phone dejó una huella imborrable. La verdad es que este sistema operativo nunca tuvo la suerte necesaria; los desarrolladores miraban hacia otro lado y el mercado no le daba la oportunidad que merecía. Recuerdo aquellos Live Tiles, esa interfaz tan intuitiva que me hacía sentir conectado al instante con mis amigos y la información del día a día. Por eso, al llegar esta celebración, me atrevo a pedir un regalo: un último intento por parte de Microsoft para revivir ese espíritu.
La nostalgia de lo divertido
Pensando en el diseño del Lumia 830, con sus colores vivos y su forma cuadrada, es difícil no sonreír. La posibilidad de cambiar las tapas traseras y personalizar el teléfono era algo increíblemente divertido. Era más que un simple dispositivo; era parte de nuestra identidad. Aunque ahora veamos cómo otros fabricantes se lanzan a la piscina del monocultivo turístico, echo mucho de menos esa conexión personal que ofrecía Microsoft.
No soy optimista por naturaleza cuando se trata de ver a Microsoft reentrar en el mercado móvil, pero creo firmemente que si decidieran hacerlo hoy, las cosas podrían ser diferentes. Las circunstancias han cambiado: Apple está luchando con su software y Samsung parece estancado. Quizás sea hora de volver a probar suerte.
Aunque entiendo por qué Microsoft se alejó dos veces del mundo smartphone —la falta de apoyo por parte de desarrolladores fue determinante— todavía tengo esperanzas. Quiero creer que podríamos ver un nuevo modelo centrado en productividad o incluso otro Surface Duo. Así como están las cosas ahora, muchos estaríamos dispuestos a darles otra oportunidad.
